
El lado oculto de la revolución de la IA:
La inteligencia artificial ha transformado radicalmente múltiples sectores, mejorando la eficiencia tanto a nivel personal como industria, impactando a todo el mundo en cómo puede beneficiar de maneras exorbitantes a diferentes campos de trabajo. Sin embargo, detrás de toda la maravilla que se expone en este avance tecnológico existe un costo del que la gran mayoría de las personas o industrias que consumimos estas soluciones no tenemos en cuenta y generalmente pasa desapercibido.
Los centros de datos que alimentan a las inteligencias artificiales (IA) consumen cantidades enormes de agua y energía, lo que nos termina generando una preocupación que pocas industrias están buscando solucionar en el tema de la sustentabilidad.
El problema: los centros de datos y su huella ambiental
Los centros de datos son la parte más fundamental para que funcione una estructura de IA, pero no deja de ser alarmante los números que se reportan en temas de sustentabilidad de recursos cuando se habla de este tema:
- Se estima que para 2027 (solo 2 años más), las IA podrían utilizar entre 4.2 y 6.8 mil millones de metros cúbicos de agua anualmente, superando el consumo total de un país como lo es Dinamarca
- Para 2028 se estima que los centros de datos que se encargan de la infraestructura que llevan los centros de IA puedan consumir hasta el 12% de la energía total gastada por un país tan grande como lo es EEUU debido a la creciente demanda de esta tecnología
Además, empresas de renombre tecnológico a nivel global no dejan de ser criticadas por el uso desmedido de los recursos disponibles:
- Poniendo de ejemplo a Google, sus centros de datos consumieron aproximadamente 22.7 mil millones de litros de agua el año pasado, lo que se refleja como un aumento del 8% con lo que se reportó en 2023.
- En el caso de Microsoft se reportó un aumento del 34% en su consumo de agua del 2021 a 2022, llegando a cifras que rondan los 1.7 mil millones de galones.
Estos datos nos muestran la problemática oculta que no se está tocando junto con el avance tecnológico, ¿cómo mantenemos un ecosistema tecnológico que depende de recursos naturales limitados y cada año solo crece su consumo?
La solución: Tecnología de enfriamiento liquido de Lenovo Neptune
Neptune es una tecnología de enfriamiento que no solo mejora la eficiencia térmica, sino que también ayuda a reducir drásticamente la cantidad de agua y energía que se utiliza en los centros de datos.
Ejemplificando el por qué Neptume es más eficiente que las soluciones tradicionales ponemos de muestra las soluciones tradicionales de enfriamiento de los centros de datos como lo son por aire.
Los sistemas tradicionales de enfriamiento dependen principalmente de un término que se conoce como CRAC (“Computer Room Air Conditioners”), comúnmente conocidos como aires acondicionados industriales o “climas”. Aunque los servidores disipan calor mediante ventiladores internos, el verdadero reto está en enfriar el aire que ingresa al sistema. Este proceso, basado en aire forzado, representa uno de los mayores consumos de energía. Además, muchos centros complementan este esquema con torres de enfriamiento que utilizan grandes volúmenes de agua, la cual se pierde por evaporación. La combinación de estos métodos resulta en un desmedido gasto energético e hídrico, que no se puede seguir sosteniendo al mismo tiempo que avanza el requerimiento creciente de las IA´s.
Ahora al hablar sobre la solución que está integrando Lenovo, necesitamos presentar como es que funciona y porqué hace la diferencia al momento de resolver esta gran problemática:
- Neptune utiliza un sistema de bucle para el agua, aun manteniéndola de manera tibia, no se desperdicia ya que no requiere un ingreso constante de nuevo líquido y se recicla la misma para cada sistema
- Este sistema disipa el calor con un contacto directo con los componentes que más generan calor en el sistema (GPU/CPU) mediante placas frías.
Las tecnologías que más destacan de esta solución como DTN (“Direc-To-Node”) que se encarga que el agua tibia fluya a través de bloques fríos adheridos directamente al CPU/GPU, el RDHX (“Rear Door Heat Exchanger”) que es una puerta posterior que absorbe calor del rack antes de que llegue a la sala, TTM (“Thermal Transfer Module”) que es un módulo de transferencia térmica que combina líquido y “heat-pipes” para ambientes sin infraestructura dedicada o EAR (“Energy Aware Runtime”) que es un software que optimiza energéticamente los workloads en tiempo real, Lenovo logra una solución redituable, de alto desempeño y viable para solucionar el tema del consumo desmedido de recursos.
Un ejemplo de caso de éxito de como esta solución ayudo a corregir esta problemática es en la Universidad de Pisa / Italia donde se migró su supercomputadora al sistema Neptune, logrando reducir hasta en un 40% su consumo eléctrico.
Otro ejemplo es con la marca de GPU “NVIDIA” que en colaboración con la tecnología de Lenovo Neptune, en su nueva generación de graficas Blackwell funcionan en conjunto y con esto se mejora como soportan las cargas de trabajo extremas por parte de las IA, mejorando rendimiento y sustentabilidad.
Con la presentación de esta problemática que está ocultándose a voces, el desmesurado crecimiento y consumo de recursos que están teniendo las IA’s por todo el mundo, soluciones tecnológicas como las que propone Lenovo con Neptune demuestran que es posible combinar innovación, crecimiento y potencia, con sostenibilidad. No se trata de elegir entre el progreso e impacto ambiental, se trata de buscar la manera correcta de hacerlo.
Colaboración de
Héctor Alejandro Álvarez Venegas
Ingeniero Preventa